Más de 3.600 personas han muerto y otras 16.000 resultaron heridas en los terremotos que sacudieron el sureste de Turquía, cerca de la frontera con Siria. El desastre dejó miles de edificios derruidos en los que siguen buscando supervivientes en medio de bajas temperaturas.
En Turquía, el recuento más actual elevaba la cifra de muertos a 2,379 y de heridos a casi 15,000, según informó el vicepresidente Fuat Oktay en Twitter.
Más de 7.800 personas han sido rescatadas de entre los escombros de los miles de edificios que se desmoronaron en los dos fuertes temblores. Uno fue de magnitud 7.7 y otro posterior de 7.6, informó el vicepresidente de Turquía, según la agencia oficialista Anadolu.
Veinticinco mil personas, entre ellas soldados, participan en las labores de rescate, según Orhan Tatar, de la agencia nacional de emergencias, Afad. También dijo que destinaron 12.1 millones de euros (13.3 millones de dólares) en fondos urgentes para las diez provincias más afectadas.
Además, docenas de países comenzaron ya a enviar a cientos de rescatistas y expertos en búsqueda de supervivientes.
Otkay indicó que más de 300.000 víctimas de los seísmos se alojan en centros universitarios, refugios y residencias de estudiantes.
dificultades para la labor de rescate
Las bajas temperaturas y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.
Las autoridades locales han informado de cortes en el suministro de gas y electricidad en algunas zonas. La empresa estatal de petróleo ha cortado el suministro de crudo hacia la región como «medida de precaución».