El nuevo primer ministro de Haití, Ariel Henry, asumió oficialmente el martes el cargo de un país al borde del caos, prometiendo restablecer el orden y organizar las elecciones exigidas por la población y la comunidad internacional.
El exneurocirujano de 71 años es el séptimo y último primer ministro designado por el presidente Jovenel Moise, quien fue asesinado por un comando armado el 7 de julio.
«Una de mis tareas prioritarias será devolverle a la población la certeza de que haremos todo lo posible para restablecer el orden y la seguridad», declaró el nuevo líder.
«Este es uno de los principales temas a los que el presidente de la República quería que me dedicara, porque él entendía que era un paso necesario para atender su otra preocupación, que es la organización de elecciones creíbles y honestas», añadió.
La ceremonia de instalación de su gobierno en Puerto Príncipe estuvo precedida por un solemne homenaje al presidente Moise, con coreografías, discursos y orquesta musical en un escenario rodeado de ramos de flores blancas y coronado por un retrato gigante del asesinado jefe de Estado.
Cinco ministras mujeres
El nuevo gobierno, cuya composición fue publicada este lunes en el Diario Oficial de la República de Haití, está integrado por 18 ministros, entre ellos cinco mujeres.
Además del cargo de primer ministro, Ariel Henry asumirá el de ministro de Asuntos Sociales y Trabajo.
Claude Joseph, quien fue primer ministro en funciones tras el asesinato del presidente y luego mostró inclinaciones por retener el poder, mantuvo la jefatura del ministerio de Relaciones Exteriores y de Cultos.
El enfrentamiento entre Joseph y Henry por asumir el liderazgo del Ejecutivo finalmente llegó a su fin durante el fin de semana, luego de la presión ejercida por embajadores de diferentes países, entre ellos Francia y Estados Unidos, así como por emisarios de Estados Unidos ante la OEA y la ONU.
En un discurso emitido en televisión el lunes por la noche, Henry dijo querer «lanzar un solemne llamamiento a la unidad nacional, a la unión de nuestras fuerzas y a la cooperación de todos, para frenar esta carrera del país hacia el abismo, para remontar la pendiente y proteger a nuestro país de los múltiples peligros que lo amenazan».
Según el nuevo primer ministro, «la existencia misma de la nación» de Haití está actualmente «en peligro».
En cuanto al magnicidio de Moise, cuyo funeral nacional se celebrará el viernes, Henry prometió «que los culpables y sus patrocinadores responderán de sus actos ante la justicia haitiana».
«Todos los culpables, autores y patrocinadores, tendrán que ser identificados y llevados ante la justicia haitiana», dijo el nuevo primer ministro.
Haití no cuenta con un parlamento en funciones y ya estaba sumido en una profunda crisis política y de seguridad cuando Moise fue asesinado.
La policía haitiana arrestó a unos 20 militares retirados colombianos que oficiaron como mercenarios en el asesinato y afirma haber descubierto un complot organizado por un grupo de haitianos, incluido un exsenador actualmente buscado y un pastor médico radicado en Florida, sureste de Estados Unidos.
Estos hombres habrían reclutado al comando gracias a una empresa de seguridad venezolana, también establecida en ese estado estadounidense.
Henry también agradeció a la comunidad internacional por las vacunas contra el covid-19 que fueron donadas al pueblo haitiano, cuyos primeros lotes llegaron el 14 de julio a un país con infraestructuras de salud extremadamente precarias.